viernes, 5 de septiembre de 2014

Siberia VI: viaje homenaje hacia el núcleo amor-amarillo.




Separada de la especie, ella estaba sentada en su lugar de siempre pensando por dónde estaría aquello que andaba buscando. Tanta hambre sin satisfacción, no se llenaba con cosas mundanas.
Esa mañana había un poeta menos en la tierra de seres sin alas. Él ya era una piedra en medio del agua, seca por dentro. Se había ido de una buena vez a dar una nueva vuelta por el universo.
Reconoció que tal vez era capaz de olvidar porque si no lo hacía, podía morirse. Porque estaba cansada de poner el dedo en la llaga.
Caminó por las calles azules de su ciudad fantasma, casi sin furia. No sabía exactamente cuánto tiempo faltaba, pero había dejado de sentir la pérdida.
El tiempo era como arena en sus manos y pronto cruzaría el puente hacia su destino esperado. Un lugar de luz la estaba esperando. Un espacio para celebrar. Estaba segura que en este momento él ya lo conocía.
Rompería las reglas porque quería hacer cosas imposibles. Solo debía seguir detrás del corazón, en calma, moviéndose lentamente hacia donde los signos le indicaran.  
Necesitaba saber la dirección para volver al origen y al principio, para abandonarse y renacer.
“Cuando te busco /no hay sitio en donde no estés” cantaba él, entonces tenía que tener fe en que lo encontraría en el instante de tiempo y espacio precisos. Entraría en esas ruinas y ya no tendría que hablar más.
Contaría hasta tres y llamaría a la puerta correcta, en el azul de un cielo eterno. Con el deja vu de saber que ya había estado antes ahí.
Estaba lista para ser amada.

Gracias G.C. (1959-2014)

sábado, 21 de junio de 2014

Viaje hacia el núcleo azul: a long and hard blues


"-Goodbye, my love. Just say goodbye and drive safe.”



Ese día estaba para vestirse de azul. No quería que otro le dijera que estaba triste y la ironía de un pasado que volvía para morderla por atrás no le resultaba graciosa. 
Disolverse en la nada, es lo que estaba necesitando. Después de lo que había pasado, se veía que el tiempo la curaba muy despacio.
Pero la fe la mantenía, porque muy pronto todo recomenzaría. El río seguiría corriendo y la limpiaría con sus aguas sagradas.
Esa réplica vieja suya, se había ido. Ahora se tenían que desvanecer el resto de los fantasmas.
Exorcismo o terapia de choque, eran las posibles salidas. Tal vez necesitaba hablarles en distintos idiomas para espantarlos de su mente.
Por eso empezaría a ser bilingüe. Tenía que practicar para poder comunicarse mejor con los de la otra mitad.
-Yes, one way ticket. Not planning to return in a year, maybe.
Les diría adiós y hasta el próximo año.
-Not wanting to stay, like the frog that get’s boiled in warm water.
-Ya sabés, es agua tibia y luego te empezás a quemar. Cuando te diste cuenta ya es demasiado tarde y sos el puchero de alguien.
-Then you have a gun pointing at you and a lousy job, or a big debt or a marriage...
-Y no podés decir que no te lo buscaste, echándole toda la culpa a la presión social.
-You talk to your lawyer: “I don’t know what‘d happen to me”.
- Fue emoción violenta.
- Got the blues?
Sí, un largo y duro blues.

sábado, 14 de junio de 2014

Nuevo viaje al círculo blanco: Hardcore




Esperaba sentir algo. Luego de tanto tiempo se había determinado a perdonar. Pero algunos días los recuerdos estaban cerca y volvían como flashes indeseados.
Eran otros tiempos, otra gente cerca, un buen momento para saborear la soledad y la calma. Qué feliz se podía ser sin nada. Le faltaba terminar con las ganas de restregarle a algunos la cara contra el piso.
Se esforzaba por caminar liviano en la estepa siberiana. Solo Dios sabía cuánto se esmeraba por no desear controlar nada y aceptar las cosas como se le presentaban.
Caminar hacia el próximo círculo blanco, uno más dentro del infinito caleidoscopio. Cada vez que entraba en uno, pasaba al siguiente. El trayecto era largo y necesario, si quería llegar al núcleo duro de su alma.
Cada vez estaba más cerca. Esa parte que había estado dormida por tanto tiempo, estaba comenzando a despertarse. El miedo de abandonar su zona de confort a veces se entrometía. Debía combatir todo intento de seguridad, si quería encontrar lo que buscaba.
Hoy no era el día para descansar.