lunes, 9 de agosto de 2010


Brilla el verde,
brilla el blanco que encandila,
los sensores se activan.
Hola anochecer.
¿Qué me espera?
Una vez más la aventura
de volver a casa y
no fallar en el intento.
En este instante que escribo,
me sonrío pensando
en cómo te ves bajo la piel.
Como un camaleón desorientado
vibran tus colores.
Qué bonito es todo,
mira qué bonito.
Una calesita de colores
gira y gira,
y sube alto, alto
hasta las nubes
a volar con angelitos.
Esos que imaginaba de pequeña
que me daban
frutillas en la boca.
Y me decían
que me quedara tranquila,
que las sombras un día se irían
y que entre las lágrimas
llegaría el día de Sol.

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