martes, 9 de noviembre de 2010

Hannah y el silencio


Lunes de invierno, frío y lluvioso.
- Otro día azul- se dijo y salió tan apurada que se olvidó el paraguas.
Se acordaba todos los detalles de lo que había pasado unas horas antes. Recordó su beso y el ruido de la puerta al cerrarse después de despedirlo. Los buenos días y los te quiero ganándole al tiempo que los separaba. La noche anterior se les había pasado charlando acerca del mundo que no podían cambiar y después se habían dado cuenta que eran más felices si no hablaban.
- Y si te parece que el sol te va a encandilar, hacete a un lado y quedate conmigo viendo el último día que nos queda- le dejó escrito en su cuaderno.
Eran esos tiempos en que la vida no estaba pensada para los pares y pese a ello se animaban a nadar contra la corriente. Dolía como dolía también el no hacerlo y el ser conscientes que las palabras no alcanzan para decir todo lo que uno quiere. O que el tiempo, ese tirano eterno, es capaz de devorarte como el dios de un cuadro de Goya. Se habían prometido intentarlo y recibir los golpes del otro.
-Tengo miedo de morirme y no alcanzar a hacer todo lo que quiero- le dijo una vez.
- Puede sucederte, pero peor es morirte sin haber cambiado aquello que podés cambiar.
- Sí, pero lo único que no se puede cambiar es lo que uno no ha hecho.
- Sos optimista del vaso medio lleno vos, ¿no?
- Sí y te gano siempre.
- No siempre, a veces te doy la razón como a los locos para que te pongas contenta.
- Hmmm.
- Hmmm, ¿qué? ¿No te diste cuenta que igual te quiero?
- ¿Qué?
- Que te quiero.
- Yo también.
Y seguían así por horas, enredados como estaban en sus juegos, hasta que le dejaban ganar al silencio y a los besos.

2 comentarios:

  1. realmente es fascinante tus trabajos , leerlos y dejar llevarte por el pensamiento , me gusta tu expresividad y tu manera de reflejar este arte que llevas dentro , te voy siguiendo .

    Un abrazo artista

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  2. Estimado Cassini: gracias por tus sentidas palabras y tus bellas fotografías que reflejan tu evanescente sensibilidad de artista. Un abrazo afectuoso. Hannah O.

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