1 • ahorrarse el inventario de problemas propios irresolubles,
2 • saltear la lista de frases hechas por conveniencia,
3 • evitar el disimulo de la mueca de desagrado,
4 • borrar del propio guión la complacencia y la autoindulgencia,
5 • concentrarse en lo propio sin mirar de soslayo al costado,
6 • no pensar en las razones del disgusto para no caer en enumeraciones infinitas de adjetivos aplicables a cierta especie humana,
7 • dejar que las estrellitas estacionarias se consuman solas,
8 • esperar a que los especuladores de emociones caigan en bancarrota,
9 • decir todas las veces que sea necesario no y, por último,
10• dejar todo y empezar de nuevo cuando parezca que ya no queda nada.